De bordonas Gardelianas

La trayectoria discográfica de Carlos Gardel, según sabemos, comienza en el año 1912, con una serie de grabaciones en las que podemos advertir no sólo las tremendas deficiencias técnicas de la época, sino además, un Zorzal insipiente en su forma de interpretar. Pero lo que más se podría destacar aquí, es el repertorio de estirpe puramente criolla. Este repertorio incluye estilos, cifras, canciones criollas, entre otros géneros de la llanura pampeana (tema que trataremos en otro capítulo especial en “De bordonas…). Ahora bien, ¿qué podemos decir de estas primeras grabaciones en cuanto al acompañamiento guitarrístico? Lo primero que surge de la escucha de estas históricas grabaciones, es que el acompañamiento es muy austero y está llevado a cabo por el mismo Gardel, que como sabemos y hemos podido observar tanto en los cortometrajes de 1930, filmados por Eduardo Morera, como en sus películas, apenas se defendía con la guitarra. Entendiendo esta deficiencia artística que lo azotaba, conforme los compromisos asumidos y con un futuro promisorio anunciándose, el Zorzal y José Razzano decidieron incorporar a un guitarrista que supliera esta falencia. Y….por cosas del destino.… o quien sabe, que después de algunas experiencias con guitarristas anteriores, se toparon con el Negro José Ricardo, tocando un pericón en una obra de teatro dirigida por José González Castillo (“Juan Moreira”). Sorprendidos por la pericia del moreno, inmediatamente lo invitaron a ser parte del proyecto, convite que el “Negro” no pudo resistir.

Carlos Gardel, José Ricardo y José Razzano.

 

Aquí nace una nueva etapa en las grabaciones y en los conciertos de Gardel, ya que podemos escuchar en lugar de una guitarra elemental, como lo era la del Mudo; una guitarra base, -probablemente interpretada por él mismo- y otra en funciones de 1° guitarra, realizando introducciones y algunas artimañas propias de la destreza de un guitarrista como J.Ricardo, gran conocedor de los secretos de la música criolla.

Este período comienza con la grabación de “Cantar eterno”, una canción criolla de Ángel Villoldo, en el año 1917, prolongándose hasta el año 1921, en el que se incorpora al acompañamiento de Gardel, Guillermo Desiderio Barbieri, teniendo de aquí en más siempre por lo menos un dúo de guitarras como soporte musical.

En toda esta primer época, si bien el único guitarrista que se había incorporado al cantor era José Ricardo, rara vez escuchamos grabaciones acompañadas por una guitarra sola, sino más bien, como mencionamos anteriormente, se escuchan dos. Y si ponemos atención al repertorio abordado, es sin duda de pura estirpe criolla, en principio por que el tango canción era un género aún insipiente, -o más bien casi inexistente-, y por otra parte porque el repertorio que traía Gardel en las alforjas era casi excluyentemente pampeano/criollo. Cabe destacar que en este período de grabaciones de Gardel solo y con J. Ricardo, realizó 87 registros, siendo tangos sólo 11 de ellos.

El Mudo y el Negro

En septiembre del año 1925, el dúo Gardel-Razzano llega a su fin, cerrando una etapa importantísima para la cerrera de Gardel, pero marcando una tendencia propia de la época, en la que comenzaban a florecer los cantores solistas, que lentamente irían incorporando a su repertorio el reciente tango canción. Unos días después de esta ruptura artística, que con los años sería personal, y luego de haberle firmado un poder general al propio José Razzano el día 16 de octubre del mismo año, Gardel se embarca al día siguiente (17-10-25) en el “PRINCIPESSA MAFALDA”, hacia Europa, de gira junto a la compañía Rosas-Rivera, pero sólo con la compañía de la guitarra del “Negro” José Ricardo. La ausencia de Barbieri en el viaje, es un hecho curioso, y al respecto poco se sabe, ya que para ese entonces a Gardel lo acompañaban las guitarras de J.Ricardo y Guillermo Barbieri.

Ahora bien, sobre este punto hay que hacer alguna aclaración. En la etapa antes mencionada en la que Gardel sólo se acompañaba de J.Ricardo (1917-1921), se puede oír la mayoría de las grabaciones a dos guitarras, tal cual ya lo dijimos, pero en esta gira sólo lo acompañarían los dedos del moreno.

Guillermo Desiderio Barbieri, Carlos Gardel y José Ricardo ensayando.

 

Pero lo que nos trae a cuenta no es solamente el hecho de que el Zorzal haya realizado la gira sólo con la compañía musical de José Ricardo, sino, que en el viaje se sucedería un hecho que será único en la vida artística de Gardel.

La gira comenzó con el debut el día 5 de noviembre de 1925 en el Teatro Goya de Barcelona, con el elenco de encabezado por Rivera-De Rosas, poniendo en escena la obra “La mala reputación”, de José González Castillo y J. Mazanti, para luego culminar con la presentación de Gardel y José Ricardo. Días posteriores se realizaron otras presentaciones más en la ciudad catalana. Pero aquí sucede lo notable. Entre las actuaciones realizadas en Barcelona, Gardel se hace tiempo para entrar al estudio de grabación en dos sesiones, por primera vez en dos condiciones: una como artista del sello Odeón de España y otra, grabando en el sistema eléctrico, cosa novedosa para el momento. Cabe destacar que al regreso de la gira, que fue el 23 de marzo de 1926 en el transatlántico “REINA VICTORIA”, vuelve a grabar por el sistema acústico en Buenos Aires, hasta que el 8 de noviembre del mismo año graba en sistema eléctrico, por primera vez en Buenos Aires para la empresa de discos “Nacional-Odeón”.

En estas dos sesiones de grabación realizadas en Barcelona el día 27 de diciembre de 1925 y el 8 de enero de 1926, Gardel y Ricardo registran 21 títulos, casi en su totalidad tangos (más precisamente 20 tangos y un shimmy: “Amor / Gran Buda”, con música de J. D. Filiberto, y letra de Juan A. Bruno).

Lo trascendente de estos registros es el hecho de que por primera y única vez se puede escuchar a Gardel cantando acompañado por una sola guitarra, pero en excelente calidad de sonido e interpretación, a diferencia de las primitivas grabaciones antes mencionadas. Aquí podemos escuchar con claridad la notable calidad interpretativa de José Ricardo, ya sea realizando las introducciones, que si bien suelen quedar un poco “vacías” por la falta de una guitarra base, son de notable potencia y calidad, principalmente cuando aborda el registro de las bordonas, lo que deja en claro el motivo por el cual a Ricardo se lo conocía como el guitarrista “del pulgar potente”. A propósito de esta característica de “El Negro”, hay una anécdota que cuenta que Ricardo antes de irse a dormir todas las noches, se ataba al pulgar derecho un diente de ajo humedecido, que según él, endurecía la yema del mencionado dedo para poder realizar una pulsación potente de las bordonas, cosa muy necesaria para la época ya que se solían realizar actuaciones sin ningún tipo de amplificación.

Las dos sesiones

Entre los títulos registrados en las dos sesiones de grabación que realizó Gardel y Ricardo con 12 días de diferencia, podemos advertir un hecho puntual: ninguno de los temas registrados en Barcelona habían sido grabado antes por el Zorzal, pero sí varios de los grabados allí luego fueron llevados nuevamente al disco en una ocasión más: “Pompas”, “Pobre chica”, “Leguisamo solo”, “Mi querer”, “Maldita visión”, “Oiga amigo”, “El bulín de la calle Ayacucho” y “El alma de la calle (Callecita del suburbio)”; y sólo dos títulos, “Yo te bendigo” y “Trago amargo”, en dos ocasiones más. Todos estos temas “regrabados” por Gardel, se reversionaron con las guitarras de Guillermo Barbieri y José Ricardo, entre el año 1926 (apenas de haber vuelto de Europa) y 1927.

En la primera jornada de grabación, hecha el 27 de diciembre de 1925, se realizaron las siguientes tomas:

Echaste buena” (tango) Música: Eduardo Bonessi, y Letra: Enrique Dizeo.
Pompas” (tango) Música: Roberto Emilio Goyeneche, y Letra: E. Cadícamo.
Sueños” (tango) Música: Ciriaco Ortiz, y Letra: E. Cárdenas.
Amor / Gran Buda” (shimmy) Música: J. D. Filiberto, y Letra: Juan A. Bruno
Yo te bendigo” (tango) Música: J. D. Filiberto, y Letra: Juan A. Bruno.
Pobre chica” (tango) Música: O. Fresedo, y Letra: E. Fresedo.
Leguisamo solo” (tango) Música y Letra: Modesto Hugo Papávero.
Mi querer (tango) Música: F. Canaro, y Letra: J. A. Caruso.
Raza noble(tango) Música: Salvador Grupillo, y Letra: J. A. Caruso.
Maldita visión” (tango) Música: Manlio Francia, y Letra: José C. Barros.
Oiga amigo” (tango) Música: Julio Navarrine, y Letra: Alfredo Navarrine.
El bulín de la calle Ayacucho” (tango) Música: José y Luis Servidio, Letra: C. E. Flores
Pedime lo que querés(tango) Música: F. Canaro, y Letra: J. A. Caruso.

Y en la segunda, realizada el 8 de enero de 1926, doce días después:

Dolor” (tango) Música: Teodoro Diez Cepeda, y Letra: José Manuel Pérez Moris.
Trago amargo” (tango) Música: Rafael Iriarte, y Letra: J. Navarrine.
El alma de la calle. Callecita del suburbio” (tango) Música: R. de los Hoyos, y Letra: José A. Ferreyra.
Corazón de arrabal” (tango) Música: Manuel Jovés, y Letra: Manuel Romero.
Desilusión” (tango) Música: José María Rizzutti, y Letra: Julio Bonnet.
Chola” (tango) Música: Antonio Polito, y Letra: Enrique P. Maroni.
El tatuaje” (tango) Música: Rafael Iriarte, y Letra: Francisco Brancatti.
Malevito” (tango) Música: Pedro Maffia, y Letra: C. E. Flores.

Como coralario sólo nos queda decir que desde “De bordonas y zorzales” recomendamos fervientemente la compulsiva, atenta y reiterada escucha de estas 21 joyas de nuestra música criolla, donde podremos advertir en toda su dimensión, la notable interpretación de Gardel y el profundo conocimiento y desempeño de quien fuera su primer guitarrista, y quien lo acompañara en su carrera durante 13 años y medio (desde fines del año 1915 hasta Abril de 1929).

Juan Martín Scalerandi
Noviembre 2017

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