Por Patricio da Rocha y Leandro Garcia
Foto: Magdalena Ladrón de Guevara

En una tarde lluviosa y en la esquina que por simbolismo, quizá sea la más tanguera de todas, nos encontramos con mi amigo y guitarrista Leandro García. Juntos nos dirigimos desde allí, San Juan y Boedo, hacia una peluquería cercana. Lugar que esconde una muy grata sorpresa para sus visitantes: es atendido por Hugo Rivas. Nadie debería perderse el privilegio de conocer a tamaña persona. Un exquisito y virtuoso ejecutante del más criollo de los instrumentos, la guitarra.

¿La guitarra fue tu primer instrumento?

Sí, viene de familia mi viejo y mi tío (Los Hermanos Rivas), empezaron con Adolfo Beron, en el año 59. Luego se dedicaron más al canto que a la guitarra. ¿Cómo fue tu formación como gitarrista? Comencé a aprender con ellos, con mi viejo y mi tío, y luego hice mi camino y estudié con Aníbal Arias y Bartolomé Palermo. Pero de chico mis maestros fueron los discos… (Roberto Grela, Tito Francia, Oscar Alemán, Indios Tacunau, Tres para el Folclore, Los Indios Trabajaras, etc.) y escuchaba y sacaba los temas, así descubrí que tenía facilidad. Si bien estudié música para saber lo que estaba tocando, siempre fui autodidacta. Recuerdo que me encerraba en el baño, para tocar, porque viste que por lo general ahí es el lugar de la casa que mejor acústica tiene.

Ese fue tu primer auditorio.

¡Sí! (risas). ¿Sabés qué hacía también? Tocaba una base con la guitarra y me grababa con la casetera, luego ponía play y sobre esa base improvisaba, punteaba. Y bueno lo mío siempre así con la viola, una cosa enfermiza, todo el tiempo con la guitarra, pero ¿sabés lo que es todo el tiempo? es todo el tiempo no te podés imaginar! (risas). Por ejemplo, ahora termino de cortar el pelo y la agarro, no es que me hago un tiempo algunos días, sino que es algo permanente lo mío con la guitarra. Soy muy autocrítico, y cambio constantemente los arreglos que hago. Igualmente la música es un misterio… por eso algunos con menos se destacan más o gustan más, no es sólo virtuosismo o talento y disciplina, sino que también se trata de transmitir sentimientos, algo auténtico y sincero y cuando eso sucede la gente, el público se aviva de que es así. Saber manejar el fraseo, la acentuación, son muchas cosas.

¿La guitarra siempre la tocaste con púa?

Mirá, estudié con púa, me enganché con púa, por el hecho de que a mí siempre me gustó mucho el sonido de Grela. Y bueno, él era un guitarrista puro, tenía la técnica de pegarle con la púa para abajo para sacar todas las notas iguales, con el mismo peso y la misma pulsación. Él decía que si tirás la púa para arriba, pierde fuerza y entonces cambia el sonido, así que siempre tenía que ser para abajo. Eso es lo que más se asemeja al sonido de la yema de los dedos, que es lo más puro. Igualmente toco con los dedos, si tengo que dar un concierto no tengo problema de tocar con los dedos. Pero me acostumbré a la púa y me gusta la púa, porque es el sonido y el estilo que yo busco, el que siento, es una elección. Para decirte más, quiero grabar un disco solista con púa… Has compartido escena con grandísimos artistas. Sí, he tenido la suerte. Cuando me tocó hacer un reemplazo de De Lío para tocar con Horacio Salgán, tuve que tocar con los dedos, porque el estilo lo requería. También he tocado con Julio Pane y con Leopoldo Federico.

Unos fenómenos, ¿no?

Y sí, se fijan mucho en lo humano y yo también. Como que primero es la persona, luego lo artístico. Tuve la suerte de que Federico grabara un tango mío y ya con eso te digo todo, la humildad de un Maestro… No hay que creérsela, porque mirá, me emociona lo que te voy a decir: un día viene uno mejor que vos y te aplasta, y…? Por eso hay que tocar con humildad, lo mejor posible hasta donde me de, y hacer lo mejor que uno pueda y la gente dirá, pero siempre con humildad y sinceridad.

¿Creés que un artista tiene que tener un compromiso social y político?

No, no necesariamente, puede tenerlo como no.

¿Qué te parece la política cultural de nuestro país?

Y la verdad que deja mucho que desear, no siento que los políticos se ocupen realmente de nosotros. Contratan al primo, a un sobrino, a un amigo y no es así, hay gente con muchísimo talento, que se dedica a nuestra música y no le dan difusión. Porque los políticos no saben, por lo general, de música y de cultura y no quieren a nuestro arte. Entonces al no saber también hacen las cosas mal, no saben si al que contratan es bueno o malo, etc. Creo que la difusión para un artista es fundamental, fijate vos que vienen del exterior y llenan el Luna Park, Vélez, River, el Gran Rex, etc. ¿Y la gente nuestra? Acá hay músicos y artistas con muchísimo talento que necesitan difusión, ya sea de tango, de folclore o cualquier género que sea nuestro, puro. No hay un apoyo real a esos artistas.

¿Qué se te ocurre que se podría hacer para mejorar en este sentido?

Y mirá, más radios con nuestra música, programas de televisión, de los canales principales, bien hechos que difundan lo nuestro, a los artistas jóvenes. Te repito la difusión es fundamental, ocuparse de eso sería algo muy bueno. Y esta misma falta de difusión, hace que sea tan difícil cobrar una entrada y convocar gente a los conciertos de tango.

¿Sentís que hay un resurgimiento del Tango?

No, mirá hoy en día lo mejor que podés lograr es conseguir un lugar para tocar!. Y ni hablar de los discos!, ¿qué productora va a invertir en un artista del género si no se vende, no se consume? Me da bronca que la gente de afuera ama nuestra cultura, y acá cuesta tanto que la gente se interese, tenemos que volver a amar a nuestras culturas, gente de Japón, de Alemania, se interesan muchísimo y acá la gente no le da bola… Porque escuchando también se aprende, ¿vos sabés que los grandes también escucharon…? (risas). Ellos escuchaban, aprendieron y sacaron cosas, no es que ellos inventaron y nosotros imitamos. Lo que sí, uno escucha y aprende, luego hacés tu camino, el escuchar es una escuela muy rica, pero escuchar y aprender de todos los grandes que nos antecedieron. Hay muchos pibes que tocan muy bien y son muy buenos músicos, pero a veces creen que tocando Piazzolla, ya está ya llegaron a primera, pero les falta aprender todo lo anterior, porque mismo Piazzolla empezó con los más clásicos del género, y luego fue creciendo y poniendo lo suyo al género.

El estilo no se enseña, se nace con eso, se siente, no hay ningún lugar del mundo donde se aprende eso, tenés un sentimiento, una identificación con el género o no. El gran músico, el gran artista, es el que logra la combinación entre una gran técnica y talento, con sentimiento y sensibilidad… Al finalizar esta tan nutritiva e inspiradora charla, tuvimos el gran placer de disfrutar de un concierto para dos.

©2012-2013 Patricio da Rocha, Leandro García y Tinta Roja revista de Tango. Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial sin previa autorización de los autores.

Publicado en Tinta Roja número 3, marzo de 2012

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