Gestado por Pablo Juárez Levar y Juan Martín Scalerandi, el encuentro mostró el virtuosismo de referentes actuales del 2×4 y las expresiones sureras
Por Marina Cavalletti
El domingo 17 por la noche se llevó a cabo la octava edición del Festival de Tango y Criollismo en el Espacio Cultural Los Abrazos, en Lomas de Zamora. El encuentro, que ya es distintivo del conurbano sur, congregó a notables y diversos artistas.
Con una grilla exquisita, y un recorrido en el que confluyeron el tango y las expresiones sureras, decenas de espectadores disfrutaron, a sala llena, de una programación que reunió a artistas con vuelo propio.
Cerca de las 22, se encendió el fogón con las palabras de Juan Martín Scalerandi, quien destacó que el proyecto se cristalizó por una suma de voluntades solidarias “muy interesadas en la cultura”. En la misma línea, Pablo Juárez Levar, remarcó la importancia de ese tipo de acontecimientos en los tiempos actuales y agregó: “desde nuestra primera edición no hemos repetido a ningún artista”.
Contrapuntos y homenajes
Seguidamente, los payadores Emanuel Gabotto y David Tokar inauguraron la jornada con su canto en décimas y recordaron especialmente al compositor y poeta Hugo Reinaldo Bigliotti, fallecido en mayo de este año, habitué de estas reuniones. Bigliotti, autor de joyas del cancionero surero, como “La milonga y la guitarra” y “Lo estoy nombrando al Bragado”, presentó a los artistas de la séptima edición en 2023 y su partida reciente inspiró sentidos versos que los presentes aplaudieron con emoción.
“Este año, el Festival se dio sin la presencia física de mi compañero de vida. De todas maneras, disfruté enormemente, ya que desde su organización me sorprendieron con un sentido y profundo homenaje a su persona, realzando su figura como defensor inclaudicable de nuestra música surera, realizado por parte de los grandes payadores David Tokar y Emanuel Gabotto. Así mismo recibí toda la calidez y el abrazo de sus organizadores Pablo Juarez Levar, Juan Martín Scalerandi y Jimena Gómez. Fue muy hermoso. Larga vida a este festival que siempre presenta músicos de gran calidad demostrando que lejos está de desaparecer el género. Gracias por el reconocimiento hacia Hugo y mi persona”, expresó la guitarrista, cantora y viuda del músico, María Clara Vila Romay para Tinta Roja.
Propuestas diversas
A continuación, el dúo integrado por Matías Tozzola y Horacio Cacoliris, desplegó virtuosismo y hondura, con algunas obras de su EP “Pampas”, como “Por las huellas del Abuelo” o “El viento viene del sur” y, por fuera de ese disco, el estilo “La Mariposa”, entre otros.
Matías Tozzola y Horacio Cacoliris. Foto: Marina Cavalletti
Seguidamente, se presentó el Amalia Escobar Trío, con una lista de canciones que combinó clásicos con piezas nuevas. Así, el terceto conformado por la pianista, compositora y arregladora, trazó diferentes paisajes sonoros junto al contrabajista Gerardo De Mónaco y la bandoneonista Julia Peralta, que renovaron postales típicas como “Tristezas de la calle Corrientes”, “Luz y Sombra” y “Recuerdo”. Luego, la cantora Luisina Mathieu se sumó a la escena para entonar “La coda embrujada” (de la propia Escobar) “Regin” (del Tape Rubín) y una celebrada versión de “Suerte Loca”.
Amalia Escobar Trío. Foto: Marina Cavalletti
Como enlace entre los artistas, los payadores se entregaban al arte de la improvisación con maestría. Por ello, Juan Martín Scalerandi subrayó la habilidad de esos hombres, referentes de la payada, que difunden y enaltecen el canto con décimas, no sólo en el país sino en el mundo. Así, con un tramo de versos en los que retomaban frases del público, los artistas se aquerenciaron con la provincia de Santiago del Estero, mencionaron a Carlos Gardel, desearon la renovación del peronismo y celebraron el día del militante. Más aún, se pusieron al hombro la causa Malvinas con el recordatorio de Manuel Alberto Zelarrayán. Se trató de un tucumano instalado en Ingeniero Budge desde su niñez, de familia pobre, que a los 19 años fue convocado al servicio militar y murió por hambre en las islas. La Escuela N°48 de Villa Madrid, en Lomas de Zamora, lleva su nombre.
Un cierre potente
Entre la emotividad y la fiesta, cada una de las personas que llevó su arte, remarcó la importancia de juntarse y de crear para resistir en medio de la realidad actual. Quiero 24 no fue la excepción y el cantor Cristian “Cholo” Castello reveló: “Este es un festival hermano, la semana pasada tuvimos el nuestro en Valentín Alsina y en pocos días habrá uno en La Boca. Es fundamental que se gestionen estos encuentros”.
Así, enfundado en un sobretodo intervenido con leyendas como “El único lugar para los genocidas es la cárcel” o “Juicio y castigo”, el Cholo entonó una larga lista de temas emergentes y también hits del rock nacional con ecos tangueros junto a Eva Fiori: “El pibe de los astilleros”, “Chipi Chipi”, “El final es en donde partí”, “Matador”, “Sin documentos”, “Tumbas de la gloria”. En esa tónica, Fiori le prestó su voz a “Nada es para siempre”, mientras Castello hizo lo propio con el vals “Febril y Rotundo”. El grupo, que recorrió cada uno de sus discos –“Las viejas son mejores”, “Sean eternos los placeres” y “Vieja Escuela 90”– cerró la noche y potenció su impronta con “La tierra tiembla” y “Bar Notable”, en una de las actuaciones más aplaudidas de la velada.
Quiero 24, Cristian «Cholo» Castello y Eva Fiori. Foto: Marina Cavalletti
Alegría y orgullo
En conversación con este medio, horas después del Festival, Pablo Juárez Levar esbozó un balance y recalcó: “Estamos felices de poder, desde el 2017 y sin interrupciones, hacer este festival que tanta alegría y orgullo nos da. Este año, con todas las condiciones en contra, pero con el recurso humano sobrado, realizamos la octava edición, manteniendo no sólo el arte al nivel que se acostumbra, si no el hecho cultural en su totalidad, que protagoniza no sólo el escenario, si no también, cada trabajador y trabajadora más el público que nos acompaña”.
El instrumentista y gestor añadió “Sin duda, organizar estos eventos reafirma convicciones y alienta a seguir juntándonos en este arte, donde con el Tango y el Criollismo de nuestra región, podemos hacer frente a cualquier circunstancia”.
Quiero 24 y Eva Fiori. Foto: Marina Cavalletti