Por Vanina Steiner
Fotos: Magdalena Ladrón de Guevara

Germán Marcos y Maximiliano Senkiw llevan 11 años al aire con su programa radial “Fractura Expuesta”. Programa pionero en la difusión del tango contemporáneo, que casi creció a la par de la movida misma. Una entrevista con unos de los cronistas privilegiados de todo lo que viene aconteciendo en el 2×4.

¿Por qué la decisión de ocuparse del nuevo tango, que en aquel momento era tan embrionario? ¿Cuál fue el disparador? ¿Conocían ese nuevo tango, querían conocerlo? ¿Sabían con qué se iban a encontrar?

Germán: El programa arrancó con una agenda de 5 nombres, con lo cual te digo que no sabíamos con lo que nos íbamos a encontrar. Teníamos una inconformidad con los programas de radio que escuchábamos, no nos gustaban. Nosotros nos conocimos durante el secundario, empezamos a hacer radio juntos en esa época. Entonces, lo que cambió en este tiempo fue la música pero nuestra manera de hacer radio siempre fue la nuestra. Cuando decidimos hacer un programa de tango era una necesidad de transmitir lo que nosotros sentíamos que se estaba transmitiendo mal. En particular para nuestro rango de edad no había nada, nada que nos contente. Nosotros proponíamos una docencia a través de los mismos músicos, a los que les pedíamos que nos expliquen sobre lo que estaba pasando, que nos expliquen por qué el tango.

Maxi: si lo pensás en proyección, hacia principios del 2000 ese período era un momento embrionario para este movimiento de tango, no estaba expuesto de la misma manera que hoy lo están los artistas de tango contemporáneo.

Lo que había era una intención de plantear un programa de tango con características diferenciales, trabajando desde una propuesta radiofónica diferente desde lo artístico, lo estético.

También nos fuimos nutriendo al mismo tiempo que el movimiento mismo se iba generando. Aparece como un proceso paralelo, el caudal de artistas que encontramos hoy no es el mismo que hace 10 años atrás.

¿Cómo eran los programas que hacían en el secundario?

Germán: Eran de rock, con la misma impronta, la difusión de lo no difundido. Nosotros pedíamos demos a las banditas del barrio, nunca nos llegó nada, creo, pero nosotros los pedíamos igual… (risas) Pasábamos la música que nos gustaba a nosotros y difundíamos lo que no se conocía.

Desde el inicio, una de las características de Fractura es el uso del humor: las noticias absurdas, ciertos personajes en el piso, el sub programa “Balearse en un rincón”, el columnista estrella Richard Coleston …

¿Qué significa para Fractura la presencia del humor (o de la sátira) relacionado con el tango?

Maxi: creo que a nosotros ese componente de humor que tiene el programa lo que nos permite es romper con algunos estereotipos, o tratar de mostrar cual es nuestra intención artística y radiofónica, desde un lugar que nos permite cierta catarsis ante tanta presión de una normativa tanguera que muchas veces obliga a hacer de una determinada forma. Pienso en el milonguero con su postura típica, el músico sesionista con su postura típica, el compositor con su postura típica, las instituciones vinculadas al tango también con sus posturas… El humor nos sirve para circular por los bordes, abrir un poco cierta frontera que en algún momento en el tango aparecía como bastante estrecha. Nos da un motor de creatividad, para no ver al tango como un monumento intocable.

Germán: si bien los disparadores tienen que ver, en realidad yo no lo relacionaría necesariamente al tango. Por ejemplo algo que hacíamos al principio, “Violencia en la milonga”, ahí todo pasaba circunstancialmente en una milonga, pero el tema era lo gracioso en sí de lo que pasaba.

Sobre todo en la artística tenemos mucha generación de humor, o por lo menos tocamos los límites. Ya desde el principio cuando arrancábamos jodiendo con las muertes de Troilo, de Gardel y de Piazzolla, de entrada fue así. Había una secuencia que eran los instantes previos a que Gardel se subiera al avión, y él dice “yo a esta batata no me subo ni en pedo” y le dicen “dale, subí, no seas puto”…

Maxi: es correr un poco los ejes, desde lo estético, sin hacer un personaje o un radioteatro. Hubo otras, siguiendo la onda morbosa con Gardel, por ejemplo una instrucción de cómo armar un avioncito. Y armar ese avioncito es armar el avión de Gardel. O joder con Pugliese y el comunismo, mezclándolo con Vilma Palma y “¿qué pasa que no hay más fernet con coca?”. O cuando cantábamos temas de Vandana, donde el lema era “no es sólo tango nuevo”.

El humor siempre pone al aire una clave diferente, es darle un clima al programa que contrasta un poco con ciertas audiciones de tango que son más taciturnas, nocturnas, intimistas quizás. El humor nos libera de esa cuestión. Si hiciéramos un programa de rock sería el mismo abordaje, Capusotto por ejemplo, nos representa, nos inspira.

Con el tiempo, de ser un programa que se presentaba como simple difusor de ese nuevo tango, en los últimos años metieron la sutileza de presentarse como un programa que “escucha tango” ¿Qué pasó en el medio y qué quieren decir ahora con esta salvedad?

Germán: Esa salvedad nos libera, en el sentido de que somos un programa de radio primero, que escucha tango, y eso nos libera de un montón de cosas, nos permite también leer los 10 mandamientos de la poesía de Octavio Paz, o hablar de la Ley de Medios.

Maxi: es ampliar el horizonte de la mirada sobre el tango. El tango tiene un repertorio de imágenes y de situaciones que estuvieron por momentos un poco recortados.

Decir que es un programa que escucha tango también es hablar de la cuestión de la difusión, somos una emisión de radio que está propalando, en este caso a través del tango. Nos libera de las ataduras de las propias reglas que tendría un programa de tango que es sólo hablar de, por y para el tango, como si el tango fuera algo que no tiene conexión con el afuera, con la realidad. Si sólo hablamos de tango, en esa cerrazón pasa a ser algo endógeno, para hablar todo el tiempo del tango en sí.

Si bien el rock siempre tuvo algún tipo de aparición, en los últimos años logró tener una presencia regular con la sección “los clásicos tangos del rock”. Podrían contarnos de esta decisión editorial.

Maxi: Esa conexión estuvo siempre presente, desde los inicios del rock nacional. Yo escucho a Almendra y me parece que ahí hay un tango, escucho a Spinetta y lo mismo. Escucho a Discépolo y me producen las mismas sensaciones, Spinetta y Discépolo. Esta conexión se deja traslucir a lo largo de la historia de los dos géneros. Los dos tienen una manera común de hacer con el arte. Y más allá de las separaciones que pudo haber en diferentes tiempos, están conectados. Esa sección tiene la intención de poner en evidencia ese vínculo entre el tango y el rock. En las canciones de rock buscamos esa pequeña pista para encontrar la esencia tanguera. Es básicamente eso, encontrar las pistas del tango en las canciones de rock.

Germán: la sección también busca establecer el vínculo de raíz, por algo hay tantos pibes haciendo covers de rock desde el tango. Hay algo ahí que anda dando vueltas y lo trata de encontrar, aunque quizá no sea algo tan lineal. Evidentemente no es nada nuevo, La Vidu empieza a hacer el Blues de la Artillería en 2005, después siguieron muchos otros.

¿Qué significa Spinetta en relación con el tango? ¿Cuál es su influencia?

Maxi: En términos objetivos, la generación de Spinetta es una generación que se cría bajo el manto o el paraguas del tango. Y te doy datos concretos, por ejemplo, el padre de Spinetta era cantor de tangos, él se vinculó al tango a través del padre, en algún momento de pendejo cantaba tangos también. Spinetta es la posibilidad, en tanto a lo existencial. La pregunta por el ser, que en toda la historia del tango fue abordada por muchos poetas. Spinetta es un vínculo generacional entre aquel tango que fue y el que se está haciendo ahora, es como un puente.

¿El rock está en crisis?

Germán: yo considero que el público del rock en general, está reproduciendo los mismos elementos que en su momento llevaron a la disolución del tango. Que es establecer los límites del género y empezar a juzgar todo lo que se realiza, con encima la premisa adolescente de insistir con querer decir que el verdadero rock o tango son los que se hacían en otra época. Eso lleva a que inevitablemente se genere un círculo cerrado en el que no se puede entrar.

Eso llevó al tango en su momento a su desaparición de los medios, aunque le llevó un tiempo, pero eso es lo que ocurrió. Eso no va a ocurrir con el rock, por varias causas. Esto responde mucho a la situación del rol que cumplen los medios a la hora de difundir, la visibilidad del rock en los medios está en crisis porque los medios están en crisis, el esquema mediático es una crisis permanente, una crisis decadente que cada vez estereotipa, juzga más y excluye más. La visibilidad en los medios, de la música en general, es a través de un jurado que dice qué se puede escuchar y qué no, quién tiene talento y quién no, y queda por afuera ¡toda una vida! Todo lo que pasa en la calle queda afuera.

Maxi: yo no sé si el rock está en crisis. Si volvemos a Spinetta, el traspasó muchas generaciones y nunca se estancó en formas. Creo que lo que está en crisis en el género es una forma de hacer rock. Tiene que ver con la cultura festivalera, con la imagen de la estrella de rock. Está en crisis cierta relación que tiene el rock con la industria cultural en tanto no cuestiona demasiado esa relación que tiene con esa industria cultural que le marca algunas pautas. Quizás en este momento el tango esté en un momento de exposición y de ebullición creativa más interesante que el rock, pero me parece que el rock también está haciendo cosas interesantes para salir de esa disyuntiva de “¿qué hacemos?”

Germán: en el tango está el peso de la comparación, donde si hubo un Troilo, un Pugliese, un Piazzolla, eso pesa. En el rock no tanto, nadie deja de hacer heavy porque existió Riff y ahora no existe más. En el rock hay una lógica que es la de crear siempre tu propia música, hacer temas propios aunque suenen parecidos a otros. En el tango no, como tenés que hacer los mismos temas clásicos y ahí vas a perder siempre.

Después hay otra cosa que es insoslayable, que es cómo afectó el episodio de Cromagnon a toda la música que se hace en la ciudad de Buenos Aires. Eso fue para mí una trompada que hizo retroceder el crecimiento y que afectó a todos. Hoy habría muchos más espacios de tango, y de rock también, si no hubiese pasado lo de Cromagnón. Eso llevó a que los circuitos se vean afectados. Los espacios tienen poca visibilidad y son pocos, y eso dificulta que más gente se vaya sumando.

Encontramos cruces del tango con el rock, el jazz, el hip hop, ¿con la cumbia no hay cruces?

Germán: Estoy pensando que aparentemente no hay cruces, salvo el Sexteto Milonguero que recuerdo hicieron un tema de Walter Olmos, no recuerdo otras cosas. Ahora, La Vidú por ejemplo, tiene toda la cumbia encima y no necesitan tocar una cumbia. Pero vos vas a la casa de ellos y suena rock de los ‘70 y también se saben de memoria las letras de cumbias. Cuando vinieron los pibes de Quiero 24, ellos contaban que los pibes de Valentín Alsina que escuchan cumbia en esencia son tangueros aunque no escuchen tango. No hay mucho que explicarle a esos pibes.

Más allá de cruces estilísticos ¿Quiénes son hoy por hoy los que están haciendo el nuevo tango? En términos generales, ¿La movida del nuevo tango es de clase media? (Con todo lo que ello implica en la conformación del gusto, códigos culturales no escritos, circuitos de difusión, estética, etc.).

Germán: sí, de hecho lo es y siempre lo fue. En la década del ‘40 el tango es un producto de la clase media. La década de oro del tango es a la vez la década de oro de la clase media. De manera que eso me parece lógico. Y acá citamos a Gustavo Varela con la cuestión del arrabal. Y probablemente la confusión venga por esto: el tango proviene del arrabal, y hoy en el arrabal se escucha cumbia. Gustavo Varela dice que en realidad no es del arrabal sino del arrabal de la moral de donde viene el tango. Entonces, en los arrabales de la moral conviven todos, es multiclasista. Los músicos eran pobres, que por ahí tocaban para niños bien, que a su vez cogían a putas pobres. Un poco la historia oficial que se contó, que viene del arrabal, no es así, el tango proviene de toda la ciudad de Buenos Aires.

Como también la murga porteña, que después de su prohibición, hoy es rescatada por la clase media con alguna conciencia de identidad.

Maxi: creo que en cuanto al proceso de reverdecimiento del tango, hubo ahí una cierta intención cultural de un sector de clase media de promover al género. Ahí pienso en muchos músicos, compositores, profesionales, artistas plásticos, bailarines y demás. Pero si pensamos en la historia del tango, el género tuvo una gran capacidad transversal en cuanto a la cuestión de clases. En los ‘40 se escuchaba en los barrios pobres y también la gente de clases más acomodadas lo escuchaban.

Después la producción de cultura popular decae. Piazzolla es ahí un punto intermedio. Con Piazzolla ya no aparece el baile, desaparece esa conexión. Aparece más la escucha, el auditorio, el club de música, aquel que interpreta la música, es otra experiencia. Con esto quizá ciertos sectores populares ya no tienen esa conexión con Piazzolla. Me parece que ahora lo que se intenta es recuperar esas dos cosas. Hay una intención de rescatar lo más popular del tango y hacerlo convivir con expresiones más letradas, por decirlo de alguna manera.

Germán: de todas maneras hay algunas expresiones que son, no sé si decirlo así, anticlasistas. Por ejemplo Buenos Aires Negro y la continuidad de Julián Centeya metiéndose en la quema para ver cómo se vive en la villa y cambiando su forma de escribir, yo esa continuidad la veo con Buenos Aires Negro. Y Peche (líder de Buenos Aires Negro, fallecido en 2010) no era de clase media, o digamos era clase media baja. Juan Penas de los Bonavena también, y La Vidú también. Y estos tres que te nombré son probablemente de las expresiones más genuinas que se encuentran hoy haciendo tango.

Uno de los slogans de Fractura es El tango no será televisado”. Pero pasó Zarpando Tangos en Canal 7. Hubo un canal de tango por cable (“Todo Tango”), estuvo en “Encuentro” el programa Tocá Madera, y en la TV abierta hubo un pibe tanguero entre los artistas más votados de un Reallity de Telefé. Esa frase ¿se juega en afirmar un diagnóstico a futuro o quiere decir que el nuevo tango es esencialmente alternativo? Creen que por definición el nuevo tango quedaría a salvo de alguna eventual moda, con todo lo que ello implica?

Germán: La frase es un paralelo con “la revolución no será televisada” que es un documental sobre la revolución de Chavez. Básicamente por esa idea de que mientras la televisión estaba ocultando, había toda una marea por debajo que iba a rescatar al presidente. Llevado al tango, mientras la televisión no le da pelota como espacio más legitimador, por abajo camina, a pesar de la televisión. Por lo cual el tango no necesita de la televisión para llegar hasta acá. Sí necesita de la televisión para trascender otro tipo de fronteras.

¿Y el futuro de Fractura Expuesta? ¿Viene la televisión?

Germán: sí, pienso que ahí está la batalla. Tenemos unas 600 ideas para televisión, en la medida en que se pueda dar con cierta autonomía, me parece posible. A medida que van pasando los años me parece cada vez más posible.

¿Cómo se gestó la idea del Festival de Tango Independiente? ¿Cuál es la disputa con el del Gobierno de la Ciudad?  ¿Qué sienten ahora al ver que se hace semejante cantidad de festivales alternativos?

Germán: Con la gestión de Macri el Festival de la Ciudad de Buenos Aires decide cambiar la fecha del festival que se realizaba en febrero para agosto. Uno de los hitos que levantaba la autoestima del género en aquellos festivales era la milonga en la calle. El festival te daba la posibilidad de cruzar a Rubén Juarez con la Fernández Fierro y con La Imperial en el mismo escenario. Yo recuerdo estar con Julio Coviello en las vallas delante de toda de la monada y el me dice “nunca lo ví tan cerca”. Todo eso se perdió con esta medida lamentable que toma el Gobierno de la Ciudad. El Festival Independiente fue salir a responder a eso y además redoblar la apuesta y enfrentar esta idea de perseguir a la música en vivo. Lograr la visibilidad de un circuito que hasta hoy se lo castiga, a pesar de haber llevado a Tangocontempo al Teatro Colón, se lo sigue castigando con esto de que no hay un marco legal adecuado para la música en vivo. El Festival Independiente mostró un modelo de gestión, que es motivador de muchas propuestas.

Maxi: el festival abrió una conciencia sobre cómo producir y gestionar, los músicos están gestionando cada vez más sus propios espacios. Se están haciendo muchos festivales que además, son exitosos.

¿Cómo se imaginan el futuro de toda esta movida? ¿Y el futuro de Fractura Expuesta?

Germán: Me gustaría estar en la televisión. No lo digo por una cuestión de ego, sino por poder dar esa batalla. A mí me parece que estamos listos ya para darla, hablo de nosotros y hablo del género.

Maxi: ya que hablamos de Spinetta, y referido al futuro de Fractura Expuesta, yo quisiera decir que “mañana es mejor”.

Germán: Una vez hicimos una parodia, un especial para un aniversario redondo. En el que nos hacíamos los viejos y ya teníamos la voz afectada, pero seguíamos haciendo lo mismo en la radio.

Maxi: esto pasa cuando hay vocación y está la decisión de uno de poner la pasión en eso que hace. Para nosotros la radio es un espacio vital, nos gusta pensar la radio, es una necesidad. Y pensando en el futuro, queremos seguir haciendo esto. ¡Más fractura para todos!

Fractura Expuesta se transmite de lunes a viernes, de 19 a 21 hs. en AM 530 “Radio Madre”.
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