Tinta Roja y el Teatro Orlando Goñi organizan este ciclo de cine, previo a los conciertos del ciclo “Miércoles Calavera”, en los que se presentan entre 3 y 4 bandas por miércoles.
Este miércoles 21 de noviembre, a las 20 hs, se proyectará “Orquesta de señoritas”.

«Orquesta de señoritas», Luis César Amadori, 1941.

por Dana Zylberman

Orquesta de señoritas es la segunda película que Niní Marshall filma bajo la dirección de Luis César Amadori, nuevamente para los estudios Argentina Sono Film. Se estrenó el 21 de mayo de 1941 en el cine Monumental, conocido entonces como “la catedral del cine” dado que allí se presentaban los estrenos cinematográficos más importantes de la industria nacional.
Aquí encontramos un claro ejemplo del dispositivo de suplantación que utilizó Luis César Amadori en, prácticamente, toda su filmografía: algo o alguien sustituye a otra persona y hace creer algo que no es, sobre lo cual se construye gran parte de la trama. En este caso, vemos a Niní haciéndose pasar por esposa de Rodolfo (Pedro Quartucci), al personaje de Zully Moreno en el lugar de la mucama y, a su vez, a la propia Niní recreando a Giovanina Regadiera, con el fin de hacer creer al tío de Rodolfo (nuevamente, Francisco Álvarez) algo que, en realidad, no es. Con la cantante lírica italiana, personaje que Niní Marshall ya había interpretado en la radio la actriz demuestra, una vez más, su talento artístico a la hora de crear personajes. Ella misma dijo sobre Giovanina: “Aprovechando mis conocimientos de italiano y un poco de voz que tenía, hice la caricatura de las sopranos que por esos años nos visitaban con frecuencia haciendo las delicias de los abonados al Colón y de quienes, desde Paraíso, conocían más de música. Gustó en radio, el público la pedía y la llevé al cine en un pasaje de Orquesta de señoritas pero ya más contenida”.

En este rodaje Amadori conoció a Zully Moreno, quien sería su futura esposa y una de las grandes divas del cine argentino. Zully, además, había debutado en Cándida, donde actuaba como extra; gracias a Niní Marshall, precisamente, obtuvo en el film de Bayón Herrera un pequeño parlamento.

En su libro de memorias, Niní cuenta dos anécdotas muy graciosas (bastante negra la segunda) referidas al rodaje de Orquesta de señoritas:
Semillita hacía de mi hermano menor en la película y representaba a un chico de 12 años con pantalones cortos. Despistada como soy le di menos edad y uno de los primeros días de filmación, después de rodar una escena, lo llamé: -Vení nene. Sentate…
Le señalé mis rodillas y él, de puro caradura, se sentó sobre ellas. Queriendo halagarlo, le di algún consejo maternal y le anuncié un gran futuro como actor cuando fuera grande, siempre que estudiara y tomara las cosas en serio. En eso estaba, cuando oigo que Amadori le dice enojado: ¿Semillita, te has venido con las piernas sin afeitar? Extrañada, le miro las piernas… Una pelambre impresionante las cubría.
–Querido… ¿cuántos años tenés?
– ¡Veintiuno!
Di un salto como si fuera un resorte y me puse de pie, mientras Semillita me miraba desde el suelo. ¡Había sido un nene con espolones!

En esa película, aparte de directora de orquesta, debía tocar el acordeón a piano. Si bien la música iba doblada, tenía que saber –por lo menos- dónde ubicar mis dedos en el teclado.
Pedí que me dieran alguna clase y Amadori envió a mi casa a un carpintero italiano que trabajaba en Sono y que sabía ejecutarlo. Sentados en el living me enseñó lo básico y tocó algunas piezas para que observara el movimiento de las manos.
-¿Se da cuenta, señora? Es fácil…
– Sí, sí… La mano derecha es fácil… Es lo mismo que en el piano, pero el problema es la izquierda. Veo que utiliza solamente tres dedos…
Terminada la lección se la agradecí y le tendí la mano para saludarlo. Entonces, al ver la suya me di cuenta, espantada, que le faltaban dos dedos de la mano izquierda. Sentí la sensación de lo irremediable. No pude agregar nada. Lo dejé que se marchara y fui reaccionando de a poco. Toqué el agua fría mucho después de haberme zambullido. Entonces, hubiera querido llamarlo, pedirle perdón. Era tarde.

 

Tango y cine. Dos pasiones argentinas.
Nuevo ciclo de cine en las noches de Miércoles Calavera.
Todos los miércoles a las 20 hs. en el Teatro Orlando Goñi.
Entrada Miércoles Calavera $20

 

 

Este miércoles 21 de noviembre:

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