Por Vanina Steiner
Se inaugura hoy, 18 de julio de 2013, la 17ma edición del Festival de Chaillol, Francia. Este año la apertura estará a cargo del grupo argentino Astillero, con un concierto esta noche en Église Saint Michel, la antigua iglesia Saint Michel.
Este festival de música que se desarrolla hasta el 12 de agosto, se realiza en una zona rural de los Alpes Franceses y tiene una gran tradición en el lugar, involucrando a sus mismos pobladores en la organización. El creador, el músico Michael Dian, realizó este especial concepto, que incluye el desarrollo de actividades durante un período extenso del año que va más allá de los días en que el festival se presenta al público. A través de clínicas y residencias para músicos en donde los artistas desarrollan un proyecto que luego será presentado en el festival.
El festival de Chaillol muestra el acontecer musical contemporáneo a través de manifestaciones musicales de todo el mundo. Y es una excelente posibilidad de encuentro entre los artistas que conviven y comparten un espacio durante su estadía. Todo en este festival de Chaillol se torna una experiencia mágica, ya desde el contacto con la naturaleza. Un momento especial de la programación es “La Balada Musical”, un recorrido guiado por el campo en el cual el caminante se va encontrando con músicos tocando al aire libre a lo largo del camino. Otros escenarios son las antiguas iglesias de la región, donde la acústica y la arquitectura toman especial protagonismo.
Visto desde adentro el festival es para los músicos también una experiencia de introspección a esa experiencia única. Con un concierto por noche y sin superposiciones de programación, este festival está concebido para que el espectador y los músicos vivan a fondo la experiencia, sin apuros.
Esta noche abre el festival Astillero, en la antigua iglesia Saint Michel. Una buena oportunidad para nuestra música, abriendo caminos y llegando a nuevos públicos.
Reproducimos a continuación el texto de presentación incluído en el catálogo del festival, a cargo de Catherine Peillon, prestigiosa autora y fotógrafa francesa.
(Ver el programa completo en: http://issuu.com/festivaldechaillol/docs/brochure_pap_web)
Astillero, tango de ruptura.
Por Catherine Peillon
Traducción: Juliette Igier
El Sexteto de vanguardia Astillero abre el camino de un nuevo tango en Buenos Aires. Las composiciones del pianista Julián Peralta, líder del ensamble, aciertan con su época, la de los movimientos sociales argentinos, y la exigente búsqueda de una independencia, en tiempos de un tango comercial y turístico.
Generalización de la revuelta
El tango, canto híbrido originario de los bajo-fondos de una época desesperada, repite desde hace más de un siglo su melancolía. Cual bilis negro que el temperamento latino y la rudeza de la lucha de clases han transformado a lo largo del tiempo en orgullo y resistencia. Mecánicamente, generación tras generación los rebeldes y los vanguardistas de ayer se academizan y se fijan en convenciones que ellos mismos habrían denunciado algunos años atrás.
Astillero es, en cuanto a eso, un fenómeno casi milagroso. En francés “chantier naval” el nombre del grupo, da el tono: una música en construcción, una cultura del mar y del viaje, que no se puede sedentarizar. Y en ruptura. En músculos y en espíritu, la energía que se libera de este grupo es propia de la mordedura tajante del siglo XXI y de sus moretones en el alma.
La formación es “atípica” -bandoneones, violín, contrabajo, cello y piano. Son jóvenes, son lindos y están concentrados en el escenario, conducidos por Julián Peralta, pianista, arreglador, compositor, profesor y fundador de orquestas, una referencia en el tango y en la política social.
Sudor y carne en el tango
Más bien masculino -hormonas y transpiración-, el grupo es como un comando de choque y de belleza sonora. Algunas veces ácida y violenta, su música quiere dar una voz a la miseria que crece al lado de la opulencia y toma su origen en la misma bronca que eso genera.
Hay que tirar abajo las viejas ideas sobre el tango-conflicto, banda sonora de una época vencida, replegada sobre sí misma, difundida sobre radios portátiles, entre los resultados de las carreras de caballo y el fútbol… El tango de Astillero es contemporáneo, casi una nueva forma musical, con su evolución, sus rupturas, sus invenciones.
De hecho el repertorio está compuesto exclusivamente por composiciones propias que vuelven a dar vida a este género musical, restituyéndole su dignidad, su poder de expresión estética y política.
Catherine Peillon