¡Moscato en 4×4!

Moscato Luna presentó su cuarteto de guitarras en El Faro

Felicia, es uno de los más bellos tangos de la guardia vieja, y una pieza que luce mucho en la guitarra. Pero en los dedos y en las cuerdas de cuatro guitarristas de gran nivel, se transforma en una joya de nuestra música popular. Por algo la eligió Moscato Luna como primer tango de la noche, en la presentación de su cuarteto de violas, este viernes 30 de noviembre en El Faro de Villa Urquiza.

Hasta los vidrios del bar vibraron con el aplauso estridente y prolongado que broto cuando los músicos concluyeron el tango de Enrique Saborido. El ritmo, el brío y el color que desplegó el cuarteto de Moscato Luna entusiasmaron a la concurrencia.

Sin más, los muchachos (Moscato, Hernán Fredes, Juancito Avilano y Aníbal Corniglio) atacaron otro viejo clásico, Re-fa-si, y luego un bonito vals del director, que fue todo lo contrario de lo que sugiere su título «Cruel agonía».

Con la declarada intención de incluir varios temas folclóricos, las cuatro guitarras puntearon los primeros acordes de la zamba «Luna Tucumana», que rápidamente comenzó a ser cantada por el público. Y ya que estaba el horno para ese tipo de manjares, apareció el Negro Falótico a cantar la «Zamba para olvidar» de Daniel Toro, que generó otro aplauso registrado por el cercano sismógrafo de la Agronomía.

La voz de Falótico, cálida y redonda, tiene además la virtud de gustarle a todo el mundo, por lo cual el muchacho de Zárate reincidió con «Sueño querido» y más tarde con el tema «Como un bolero», donde se sumó la voz del propio Moscato.

La segunda parte fue mayoritariamente folklórica, y Moscato se pudo dar de lleno a su pasión, la música cuyana, con un par de gatos y algunas tonadas, una de ellas cantada por Juan Villareal. Pero, como para que no quepan dudas de que El Faro es un boliche de tango, el cuarteto de guitarras cerró su primera y brillante presentación con «Nueve de julio».

Como se trataba de la presentación del cuarteto moscatel, Cucuza Castiello estuvo en el banco, pero entró en el segundo tiempo, evitando así un seguro motín de la concurrencia, que no se va de El Faro sin su dosis del gran cantor.