Rey puesto
Letra: Victoria Di Raimondo
Música: Katharina Deissler
Sin ademanes, ni sacrificios,
Tu nombre los redime de nada.
La caravana escupe flores,
la corte conforma al rey.
Whisky de noche, fiebre de día (otra vez),
hundido en tu sillón.
Nunca habrá pruebas, no habrá testigos
La suerte se complace con zafar.
No vas a verme entre la rueda,
coreando tus hazañas.
El tiempo silba y te tragó,
Sin alma no hay perdón
Ya no hay coartadas, ni privilegios
el humo se diluye y no hay nada.
Cuando la noche, reclama noche,
se aleja de la bondad
Juega despacio, bebe las sobras (sin chistar),
destila soledad.
Nunca habrá gestos, no habrá ventajas,
El amo se contenta con callar.
No vas a verme entre la rueda,
coreando tus hazañas.
El tiempo silba y te tragó,
Sin alma no hay perdón
No queda otra que pasar,
Siempre el mismo verso,
Flores de fuego y vendaval,
Adornan el final.