El Tango es más que la música en sí. El tango es un reflejo de la vida misma. El conurbano tiene una historia tanguera que traspasa la música y se esconde, desde su filosofía, en el latir de los barrios bonaerenses. Hay una cultura identitaria de la cual han surgido múltiples músicos del género de todas las épocas hasta hoy. En esta nota nos vamos para Quilmes, tierra natal de Julio César Sanders, Daniel Binelli y Julián Peralta. Hablamos con las violinistas Marcela Vigide y Martina Di Pierro, las fundadoras del ciclo Nuevas Tendencias – Quilmes, que tiene su lugar en Despertándonos – Bar Cultural.
Por María Fernanda Escobar Martins
¿Cómo surge la idea del ciclo?
Martina: Arrancó en 2022, fue una idea de Marce.
Marcela: Fue así, Martina fue alumna mía en la EMPA y fue también alumna mía del ensamble de cuerdas de la Escuela Goñi. Ahí di un ensamble de cuerdas durante siete años y Martina era integrante. Yo sabía que ella era de Quilmes…
Martina: y nos encontramos un día en la calle.
Marcela: si, y dijimos de ir a tomar algo. Empezamos a charlar y pensamos que, siendo de la zona, luego de una pandemia había que empezar a hacer algo. Veníamos con mucha necesidad de creación y de producción. Nosotros nos veíamos con colegas solo virtualmente; teníamos la necesidad de crear un espacio y compartir colectivamente una misma actividad, como un club, compartir esa situación colectiva en un mismo espacio. La necesidad de reencontrarse con colegas y pensando una manera práctica y concreta salió lo del ciclo. Mantener una rutina hace que uno pueda ser parte de un colectivo viviente: uno puede ver las diferentes agrupaciones que se van armando, un paisaje sonoro de producciones tangueras.
En el conurbano esta sensación de identidad y pertenencia local también es avalado por las instituciones académicas que persisten, que son por ejemplo la Escuela de Música Popular de Avellaneda, la Escuela de Arte de Florencio Varela, los proyectos de Orquestas Escuelas de Tango de Varela, Cultura Berazategui, hay un contexto que nos empuja a comulgar entre los colegas. Por eso lo del Conurbano, porque está este semillero en el cual se generan situaciones muy interesantes. Había músicos que no tenían un espacio donde desarrollarse en un contexto organizado y pudieron crecer y nosotras pudimos ver ese crecimiento, es decir que el contexto y la época nos hizo crear esta idea.
Hay algo importante en todo esto que es también el surgimiento de ACIT, Asociación de Creadorxs e Intérpretes de Tango. El trabajo en ACIT generó también la importancia de estos espacios.
Eso es importante, detallalo un poco más.
Marcela: En ACIT había diferentes comisiones y yo pertenecía a la comisión de conurbano, en esa comisión nos dedicamos, por ejemplo, de forma virtual, a hacer un relevamiento de todos los espacios de Tango que había en el Conurbano y poner la lupa en las necesidades y urgencias que había para sostener el gremio tanguero, al no haber sindicato ni instituciones que generaran ayuda, porque no hay subsidios en el conurbano, los músicos que nos dedicamos al tango estábamos muy limitados.
En ese relevamiento se veía que no había espacios donde se hicieran ciclos de conciertos de Tango y, más allá de la comisión de conurbano, con lo que yo me sentía más identificada era con la rama de “Nuevas Tendencias”, hay otras etiquetas como el tango Criollo, el Tango Danza, el Tango canción, etc.
¿A qué llaman «Nuevas tendencias»?
Marcela: A los que apostamos a las nuevas composiciones que se refieren a un estilo más de nuestra época, que no es tan tradicionalista; poner esa etiqueta es que la gente sepa qué se va a escuchar. Elegimos seguir con la línea del nombre que parte del trabajo que se hizo en ACIT porque fue una decantación de todo ese trabajo que se hizo por varios años. De todos modos, si bien el nombre quedó como una empatía de identidad, no nos cerramos únicamente en las Nuevas Tendencias.
Orquesta Don Agustin Bardi (año 2022)
Cuando surgió el ciclo de Quilmes ¿ustedes tenían conocimiento de otros espacios en el conurbano, ya había algo?
Martina: Había pocos. En el conurbano creo que solo estaban los chicos de la “Bordona Oscura”.
Marcela: Pero formato de concierto no había.
¿Cómo funciona el ciclo?
Marcela: El ciclo tiene lugar los segundos jueves del mes, tocan dos grupos por fecha, tratamos de que sean grupos con una estética similar, o una formación más grande y otra más chica.
¿Qué grupos pueden participar del ciclo y cuáles son las condiciones?
Martina: Tratamos en un principio que sean grupos del Conurbano, o que hagan tango nuevo, darle un poco de importancia a que hagan tango nuevo; pero si hacen tangos tradicionales también son bienvenidos siempre y cuando sean del Conurbano. Ahora empezamos a incorporar grupos de CABA.
Marcela: también es bueno aclarar que nos quedó corta la agenda. Empezamos a conocer que hay mucha producción que le interesa hacer tango nuevo.
Martina: hay muchos grupos que, por ahora, están haciendo tangos tradicionales y tienen la intención de hacer tango nuevo y tienen esa búsqueda, entonces desde ahí también empezamos a incorporar a esos grupos, y son muchos.
Marcela: Saliendo de la pandemia me di cuenta que había poco tango de concierto acá, hay mucho tanguero milonguero, mucha más visibilidad del tango milonga. Eso me llamó la atención porque hay espacios teatrales para conciertos. Grupos como Quiero 24 sale de esa casilla, la Vidú también, hay muchos grupos, pero hicieron poco concierto en relación al tango nuevo en formato concierto por zona sur; de tango tradicional por ejemplo está lleno.
¿Y esa realidad tiene que ver con algo geográfico, cultural…?
Martina: Yo creo que es porque hay pocos espacios. Quizá muchos teatros, pero poca gente que lo organice.
Marcela: por ahí falta más gente que enseñe tango nuevo por estas zonas, o una escuela de tango nuevo por acá. Por eso es importante lo del ciclo, porque por formar parte de un colectivo uno va empatizando y cuando te querés dar cuenta te hiciste un repertorio de tango nuevo. Se genera una maquinaria humana en donde se empiezan a necesitar el uno del otro, y es como un club: si yo me pongo la remera de Quilmes y me voy a Mar del Plata, el que está en la playa y sabe de Quilmes también me saluda porque lo reconoce. Esto es la vida en sociedad colectiva, es decir más allá de las imágenes simbólicas, en lo filosófico es el trabajo independiente y colectivo.
Cada uno tiene su cultura y su manera de vivir en diferentes regiones. Cada región geográfica tiene una realidad en torno a lo que se vive socialmente: diferencias económicas, características culturales, vivencias que se reflejan también en las composiciones de los músicos de cada zona, músicos contemporáneos que calaron fuerte en el Tango Nuevo e hicieron semilla en sus alrededores. En la parte del conurbano no está tan mercantilizado, en el sentido de que no hay casas de Tango o subsidios que permitan la realización de festivales, no se ve tanto en las redes, la realidad económica es diferente, todo eso enmarca un contexto, lo que sucede es genuino y muy autogestivo. Aun así, esa vida tanguera existe al igual que las ganas de profundizar en lo nuevo del Tango, y esa visibilidad se ve en el ciclo, a tal punto que se nos ha llenado la agenda de la cantidad de agrupaciones con deseos de venir.
Martina: se genera diálogo entre grupos que comparten fechas también.
¿Qué piensan que se necesita para que se repliquen este tipo de espacios en otros lugares del conurbano?
Marcela: Ya empieza a haber. Uno quizá acá le puso un nombre, una página, quizá no está este hecho de institucionalizarlo. Seguramente debe haber un montón de casas donde se juntan, un montón de milongas extraoficiales. De hecho, el semillero de la EMPA y en la Escuela de Música de Varela me parece super importante. Hay muchos músicos zonales que construyen el colectivo tanguero en general, no está tan visibilizado lo del tango nuevo en el aspecto más marquetinero.
La tradición del tango en el conurbano es muy fuerte. Hay un montón de compositores de tango dentro de su historia hasta hoy que vivieron acá, creo que a esa tradición hay que darle visibilización. Por ejemplo, Jorge “Alorsa” (Pandelucos) era de La Plata, Julián Peralta nació en Quilmes, Cintia Trigo de Temperley. Después algunos se mudaron, pero no importa, hay una cultura de tango nuevo que sale del Conurbano y que son referentes de ese tango nuevo. Habiendo un montón era necesaria la visibilización desde un espacio. Lo importante es que el tango nuevo ya existe y tiene mucha tradición.
El primer año que lo abrimos ya estaban viniendo Cintia Trigo, Agustín Guerrero, Pablo Sensottera y el Cholo (Castelo). No había un problema en ir a buscar músicos de tango nuevo en el conurbano. El ciclo también sirvió para que el repertorio de tango nuevo no quede descontextualizado en algunos espacios tangueros al no conocerlo, por eso esa relación con lo del club también. En el ciclo si un artista canta un tema de Pablo Sensottera, en el público todos saben quién es Pablo Sensottera.
Año 2023 – Foto grupal Nuevas Tendencias Quilmes – músicxs y amigxs del ciclo
Claro, por ahí uno va a cantar o tocar en algunas milongas y te aclaran que tiene que ser tradicional y bailable porque sino hay gente que no lo sabe o puede bailar, y se cierra un poco el repertorio, uno no puede cantar o tocar lo que elige.
Marcela: claro, y después vas a tu casa y te cantas todos los tangos nuevos sola o te escuchas los discos de tango nuevo en casa. Yo soy muy gardeliana, por ejemplo, me gusta escuchar a Gardel, pero no me la paso escuchando eso todo el tiempo. Es como avalar un secreto, como eso que te gusta comer y lo comes en secreto porque no te dejan todos. Por eso es avalar algo que ya existía. Acá podés cantar y tocar tangos clásicos y nuevos y los vamos a conocer, la gente los va a tararear de la misma manera.
¿Les pasó de gente que está tomando algo de pasada en las mesas de afuera del bar, que se copen y asomen la cabeza para escuchar?
Marcela: sí, un montón. No es un público tanguero puro. Algunos van al bar, ven que hay algo y se copan, independientemente que suene un tema de Gardel o Peralta, hay gente que no es tanguera y no identifica una cosa o la otra, lo toma como me gusta o no me gusta, no hay análisis o condicionamientos, y eso está buenísimo que pase.
Eso también es muy interesante.
Marcela: si, re. Por ejemplo, la hermana de Martina va a ver a Martina porque es la hermana, pero a los seis meses, como le gusta lo que pasa, se olvida que va porque es la hermana de Martina, viene porque le gusta y de pronto trae una amiga y se arma algo que no es manejable y está re bueno que pase.
Año 2023 – María Fernanda Martins y Las Guitarras de Laprida
¿Cómo se llama el espacio en el que se realiza el ciclo nuevas Tendencias y quiénes son las personas que permiten que se lleve a cabo?
Martina: Organizando el ciclo somos nosotras tres, Marce, vos y yo, después está Karina Marecos, que es la dueña del espacio Despertándonos – bar cultural. Ella nos dio la posibilidad de poder hacer el ciclo con total libertad y en el sonido está Felipe, siempre predispuesto a trabajar con los músicos, a darle todo lo que necesitan, él se encarga del sonido y de las luces, después todo el personal de la barra es super amable y accesible.
El ciclo 2024 inició su primera fecha el jueves 11 de abril. Sebastián Napolitano (Piano), Cristian Huillier (voz) y Analía Trillo (flauta).
Hay otra cosa que aparece detallada en los flyers, la musicalización. ¿De qué se trata?
Martina: Lo de “musicaliza” funciona eligiendo músicos de tango que se encargan de hacer una playlist de tangos nuevos y/o tradicionales, la arman como ellos quieren. La pasamos durante la noche y es un poco para seguir generando esa idea de club, la gente que no conoce un tema por ahí lo escucha en esa playlist y le gusta. Estas playlist de los artistas están destacadas en Historias de Instagram y accesibles para escuchar.
Está bueno, así conoces el gusto de los artistas, la gente escucha temas que puede no conocer o que escucha y conecta, y se genera el clima también. A veces uno va a escuchar grupos o a tocar a lugares donde la musicalización no tiene nada que ver con lo que vas a escuchar en el concierto.
Martina: Tal cual, y para el artista que hace la playlist también lo invita a volver a escuchar, a elegir temas. Es una dinámica interesante para el artista que la hace y para el público que escucha.
De izquierda a derecha: María Fernanda Martins (colaboradora del ciclo) Karina Marecos (Dueña del Bar Despertándonos), Marcela Vigide y Martina Di Pierro (fundadoras del ciclo)
