El sábado 13 de octubre pasadas las 9 de la noche, se van acercando músicos, amigos y seguidores de 34 puñaladas, a la esquina de Montevideo y Rivadavia. El viaje organizado por Bodegón El Destino y el grupo de guitarras y cantor, sale los sábados hacia Quilmes y dura aproximadamente 40 minutos; es la mejor opción de transporte para ver un concierto fuera de la ciudad ($20 ida y vuelta), ya que viajando en grupo el trayecto se hace más ameno.

Llegando al bodegón sito en Sarratea y Centenario (Quilmes), se pueden divisar entre medio de las casas bajas de la zona y la arboleda, las luces destellantes y el resistente palenque que rodea la fachada del lugar. El antiquísimo bodegón fue inaugurado a mediados del siglo XIX, al tiempo de la estación de ferrocarril y la cervecería, poco antes de la fundación de la ciudad. Almacén y despacho de bebidas, era su rubro en aquel entonces.

La llegada de los músicos y seguidores no pasa desapercibida en el barrio, cuando bajan 20 personas de un colectivo de escolares color naranja.

Este local más que centenario no sólo conserva su nombre original y los rasgos esenciales de su arquitectura, sino también la calidez de quienes están a cargo y sus parroquianos: la sombra de quienes los precedieron son marca obligada de tradición.

La entrada es libre y el espectáculo, a la gorra. La consumición no es obligatoria pero es casi imposible resistirse a ella ya que las opciones gastronómicas son variadas y de platos generosos.  

34 Puñaladas da inicio al concierto con «Gallo Rojo, Gallo Negro», un cover de Pequeña Orquesta Reincidentes, y prosigue con «Lezama», «Arrabal amargo», «Bandó», «El loco Antonio», «Patrones de calabozo» y «Tríptico del riachuelo». Cierran con un clásico que supo inmortalizar Edmundo Rivero: «Puente Alsina «.

El grupo inaugura la segunda parte del concierto con un recitado en la voz de Alejandro Guyot de «Himno del Pato» de El Yacaré, siguiendo con tandas de tangos clásicos: «De ceniza y de carbón», «Milonga triste», «El motivo» , «El adiós , «Corrales viejos» y «Cuando me entrés a fallar». Finalizando el último bis con «Serafín».

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