Foto arriba: Centro Murga Elegantes de Palermo.
Texto y fotos: Sebastián Linardi

Se festeja el Carnaval en distintos barrios de la Ciudad de Buenos Aires con corsos oficiales a los que se suman algunos corsos independientes. En la provincia de Buenos Aires, la variedad de festejos se multiplica. Aquí, algunos “yeites” para entender el espectáculo de las murgas y su arte*.

*N.de R: en cuanto a los párrafos explicativos del arte murguero, cualquier similitud con lo ya vertido en una nota publicada hace un año por este mismo medio, es adrede. El desconocimiento sobre la murga porteña todavía predomina y las explicaciones sobre el género, la fiesta del carnaval y sus artistas aparecen como pertinentes, aún en desmedro del buen nombre de quien escribe estas líneas. Por eso se transcriben aquí, pero ya a modo de nota “atemporal”, para que sirva como guía para este carnaval y los que vendrán.

Percusión de Zarabanda Arrabalera de Parque Patricios

Arranca el Carnaval y comienzan los festejos en la Ciudad y en la provincia de Buenos Aires. Un Carnaval que adquirió una identidad propia, con una expresión local, que se fue desarrollando en el siglo XX a la par del tango: la murga porteña. Expresión pensada básicamente para el desfile en los corsos, que fue desarrollando un estilo de baile propio, de características acrobáticas, y donde reina un instrumento europeo que, al igual que el bandoneón, en estas tierras milongueras adquirió una forma de tocarse única: el bombo con platillo. En cuanto a la vestimenta, la levita y la galera vienen de la parodia hacia las clases altas de principios del siglo XX, realizada generalmente por comparsas de afroargentinos.

Ello, ya más cerca del presente, redundó en dos tipos de expresiones regionales hegemónicas con varias características en común pero también con diferencias marcadas: Los “Centro Murga” y las “Agrupaciones murgueras”. En ambas el bombo con platillo es la base musical predominante, la vestimenta (con colores distintivos para cada murga) continúa siendo la galera y la levita, el baile es el `baile murguero´ y la presentación de ambos tipos de formaciones se estructura en “Glosa de Presentación”“Canción de Presentación”“Canción de Crítica”“Glosa de Retirada” “Canción de Retirada”, con la opción de tener o no una “Canción de Homenaje”.

No obstante, si el “Centro Murga” es el tipo de formación más “tradicional”, la “Agrupación Murguera” es, el ámbito donde más se permite la incorporación de innovaciones, siempre y cuando esas modificaciones no se desvíen por completo de las características enumeradas anteriormente.

Y si en el “Centro Murga” la instrumentación se conforma con una clara hegemonía de los bombos con platillo, en la “Agrupación Murguera” se permite la inclusión de distintos instrumentos melódicos. Si en el primero las canciones deben estar interpretadas por una voz solista o dúos y solo en los estribillos puede haber más voces, en el segundo tipo los coros pueden interpretar una canción entera. En cuanto al desfile,si en el formato más tradicional debe obedecer a una estructura determinada, con separación por sexo y con la inclusión de una sección de “mascotas” (tal como se denomina a los niños que integran las murgas) en el desfile de la Agrupación Murguera no hay separación por sexo ni necesariamente debe haber mascotas. Además, en este formato hay lugar para mayor inclusión de otros géneros artísticos, como el circo o el teatro. En cambio el Centro Murga es básicamente bailadocantado recitado.

Como ejemplos de Centro Murga “ortodoxos”: Los Mocosos de Liniers, Los Elegantes de Saavedra o Los Viciosos de Almagro (Centro Murga que año tras año, realiza un ritual propio y emotivo: «La Misa Viciosa).

Y como ejemplos del formato Agrupación Murguera: Zarabanda ArrabaleraLos Inconscientes de Almagro, Los Calaveras de Constitución, Atrevidos por Costumbre de Palermo, Los Relegados de Belgrano, Atacados por la Santa Risa,  o Los Quitapenas.

En cuanto a las murgas, hay algunas agrupaciones tradicionales y añejas, en lo que podría tomarse como una verdadera dinastía murguera. Algunas de ellas: Centro Murga “Los Pegotes de Florida”, nacida en 1924, “La Flor de Campamento” de Ensenada (1924), “Los Fantoches de Villa Urquiza” (1933), “Los Chiflados de Almagro” (1946), “Los Viciosos de Almagro” (1950), «Los Mimados de La Paternal» (1958), “Los Nenes del Abasto” (1959), “Los Cometas de Boedo” (1959), “Los Elegantes de Palermo” (1975) y, ya más cercano en el tiempo, “Los Reyes del Movimiento”(1986), un centro murga legendario, buen exponente del estilo del barrio de Saavedra, donde cobra más visibilidad la herencia afro argentina.

Junto a estos dos modos de la murga en los corsos también participan las “Agrupaciones Humorístico – Musicales” con personajes inspirados en los sainetes de los viejos conventillos, cuyos integrantes suelen cantar a coro (como “Los Linyeras de La Boca” o «Los Nenes de Suarez y Gaboto») y con instrumentos propios, como la zambomba y el martillo, en una expresión con influencia de la inmigración italiana y española que, en el pasado, fueron especialmente fuertes en el barrio de La Boca. También en este formato hay grupos que tienen una fuerte inclusión de teatro, como «Garufa de Constitución«.

Agrupación Humorístico Musical: “Los linyeras de La Boca”, con sus bombos (en su caso, sin platillo), tilín, acordeón, bandoneón, martillos y zambombas.(Foto de su blog).

 

Carnaval en la Ciudad de Buenos Aires

El cumplir con estos requisitos, es mucho más importante de uno que del otro lado de la Avenida General Paz. Es que en el Carnaval de la ciudad de Buenos Aires hay un circuito de corsos oficiales aunque también hay corsos independientes.

En el Circuito Oficial, dependiente de la Secretaría de Cultura de la Ciudad, se evalúa a cada murga (esto sucede en los Corsos Evaluadores, encargados de aplicar el puntaje mediante jurados). De este modo las murgas obtienen un puntaje, dividido en categorías. Lo importante de la calificación es saber en qué categoría se queda, para no quedar en la última de todas, que implica no calificar automáticamente para el próximo carnaval; la presencia de los peor calificados queda de este modo supeditada a la superación de una instancia evaluatoria adicional: los Pre carnavales, que se realizan en el segundo semestre del año siguiente. Es por eso la importancia que tiene el cumplimiento, por parte de cada murga, de los requisitos de su formato, sumado al esmero y a la creatividad que se pueda poner dentro de cada uno. Hay que aclarar que, para participar del circuito oficial porteño hay que tener un lugar físico de ensayo dentro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Algunos de los corsos del circuito oficial están organizados por las murgas de cada barrio en coordinación con la Comisión de Carnaval del Gobierno de la Ciudad.

Pero dentro de la ciudad también existen Corsos Independientes, que están totalmente fuera de la coordinación de la Secretaría de Cultura de la Ciudad. Estos Corsos suelen ser organizados por las propias murgas, algunas que, por filosofía no participan del circuito oficial (como “Los Guardianes de Mujica” o “Cachengue y Sudor”), y otras que sí lo hacen, participando en uno y otro circuito, indistintamente, como el caso de «Pasión Quemera» que año tras año realiza el hermoso «Corso de las Ranas» en Grito de Asencio y Elía, Parque Patricios.

Dentro de estos hay corsos que logran convertirse en verdaderas fiestas populares, de una gran convocatoria y con una dinámica diferente a los oficiales, por tener programaciones más diversas que hasta incluyen segmentos para que el público baile.


Zarabanda Arrabalera de Parque Patricios.

 

Provincia de Buenos Aires (Conurbano)

En cambio, en la Provincia de Buenos Aires, no hay un circuito oficial de corsos evaluadores, sino que en su gran mayoría, son corsos independientes, por no depender del Estado (aunque hay partidos del conurbano que cuentan con corsos oficiales). En ese sentido, por más que los formatos murgueros también dominan, no hay instancias evaluadoras que hagan que el cumplimiento de las características de cada una sea una exigencia a cumplir a rajatabla. Todo lo contrario. Y tampoco importa el lugar de origen de la murga para poder participar de un corso bonaerense.

La no injerencia del Estado en los distintos Partidos bonaerenses, tiene como contrapartida que, en algunos municipios, se les pongan diversas trabas a la realización de los Corsos independientes en la vía pública, que murgas y organizadores tratan de sortear con distinta suerte.
Como botón de muestra de la magnitud de la movida carnavalera independiente, el número de los Corsos independientes en el ámbito conjunto de la Ciudad de Buenos Aires y Provincia de Buenos Aires, supera la centena.

Algunos Partidos del conurbano también realizan festejos del carnaval oficiales con la participación de murgas y conjuntos musicales.

Los Relegados de Belgrano

 

 

 

 

 

 

 

En el Interior de la provincia

Además, en el interior de la Provincia de Buenos Aires hay multitud de pueblos que festejan el carnaval con una identidad propia. Como por ejemplo, el Carnaval de Lincoln, apodado “el Carnaval Tradicional”, famoso por sus desfiles de carrozas y cabezudos que son una herencia de los desfiles de principios del siglo XX.
Además, en cada ciudad del interior de la provincia se reproduce también el fenómeno de los Corsos Independientes creados por las murgas de cada localidad, que en algunas localidades coexisten con agrupaciones de Comparsas influidas por la estética y sonoridad brasilera imperante en los carnavales del noreste argentino.

 

Este es tan solo un panorama sintético y arbitrario de lo que serán los festejos del Carnaval porteño y de la provincia de Buenos Aires. Hay más. Además, la fiesta se extiende por toda la Argentina, en un festejo que en cada región tiene identidad propia.

Pero como la ciudad de Buenos Aires y su área metropolitana es una de las áreas del país que más perdió la conexión con esta fiesta popular, para este informe se retomaron muchos contenidos explicativos ya volcados en una nota similar publicada en este mismo medio un año atrás.

Es que el desconocimiento sobre los géneros locales del carnaval todavía manda en gran parte de la población. De hecho la mayoría de las escasas menciones vertidas en los medios hegemónicos sobre los festejos locales, aún ponen mayor énfasis en avisar respecto a la ubicación de los cortes de calles provocados por los corsos, en tanto molestia, que a la fiesta popular en sí. Por eso bien viene mostrar no solo las distintas movidas que se realizan en los festejos, sino también volver a explicar algunas características de los géneros porteños del carnaval, tan históricos como el tango pero que, por diversos motivos, son desconocidos (y hasta prejuiciosamente vapuleados) por buena parte de la población que, desmemoriada, todavía los ve como extraños en su propia tierra.

 

Links útiles:

 

Los Rengos del Bajo

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