El músico Ariel Prat, junto con la Universidad Nacional de Avellaneda, editó un increíble disco – libro que compila historia y presente del género porteño del Carnaval, con el objeto de ser repartido entre docentes de música e instituciones educativas del país.
Por Sebastián Linardi
La murga argentina (o “porteña”), es una expresión de arte popular que, mientras fue ninguneada por el canon de cierta cultura oficial, siguió viviendo en las entrañas de los sectores más humildes de la sociedad.
Expresión folclórica genuina de estos pagos, su exclusión hizo que muchos argentinos crean, aún hoy, que es una mala copia de los carnavales de otros países (hasta enojándose al no comprender por qué misterioso motivo no se lograría alcanzar esa exacta copia de las expresiones brasileras o uruguayas, los dos modelos más cercanos por difusión mediática). Y es que, hasta el día de hoy, para muchísima gente sigue siendo desconocido que la murga argentina mantiene un linaje directo con las viejas comparsas de afroargentinos del siglo XIX; que el bombo con platillo, su instrumento dilecto de origen inmigrante, adquirió en estos pagos una manera única de tocarse al empaparse con las cadencias milongueras; que la galera y la levita que forman parte de su vestuario vienen de la parodia popular a las clases altas de principios del siglo XX y que el acrobático baile murguero también es una forma puramente local de los antiguos bailes sueltos de origen africano.
Justamente, es la murga local el género donde la impronta de los descendientes de los esclavos africanos dejó una huella más explícita (no la única, claro; el tango y el folclore también la tienen, aunque más invisibilizada por motivos no tan variados). Pero a la vez, el que la murga porteña, como expresión genuinamente popular, viva en la práctica de miles de personas, la convierte en una verdadera máquina de absorber y reelaborar características de distintas épocas, donde cada colectivo inmigrante hizo su aporte, hasta el día de hoy.
Como una manera de plasmar y difundir toda esa enorme riqueza, el cantautor murguero Ariel Prat, junto con la Universidad Nacional de Avellaneda, lanzaron el libro – Compilado musical “De este lado del Plata – Cantos y Ritmos de Murga Argentina” con el objetivo de ser repartido entre docentes de música e instituciones educativas.
El material, tanto desde su parte gráfica como desde los registros musicales logra dar un muy completo panorama del pasado y presente del género porteño del Carnaval.
Así, muestra rescates de letras de las viejas comparsas de afroargentinos y ritmos de candombe de este lado del Río, pasando por registros de los viejos murgueros de la década del 40 y 50, con toda su impronta tanguera en los modos de cantar y las influencias de la tarantela y el paso doble (invalorables son los registros de Carlos Perez “Nariz”, Mingo Romano, los hermanos Paltrinieri y los bombistas Teté Aguirre y Lorenzo) llegando hasta el muy rico presente del género. Presente donde conviven Centros Murga tradicionales (escuchar los registros de “Los Viciosos de Almagro” la glosa de Tavi Antón o “Los Cachafaces de Colegiales»), Agrupaciones Murgueras que indagan en nuevas formas (como “Garufa de Constitución”, «Los Inevitables de Flores» o “Espíritu Cascabelero de Lanús”) y artistas de escenario que de una forma u otra han incursionado en el género (como Juan Carlos Cáceres, el grupo “Los Habitués”, Omar Giammarco y Flavio Cianciarullo, bajista de los Fabulosos Cadillacs). Claro, también hay registros de Ariel Prat, uno de los artistas que más han retomado el arte de la murga argentina para crear su propio concepto artístico en formato de banda musical, registrado ya en varios discos.
En cuanto a los textos, hay jugosos análisis de Prat (quien también se desempeña como docente en la Universidad de Avellaneda), del inolvidable Enrique Molina (docente, regisseur, director de teatro y también del Centro Murga “Los Fantoches de Villa Urquiza), Diego Robacio (verdadero motor en la difusión del actual renacer murguero, en tanto editor de la Agenda Murguera y productor del sello discográfico que lanzó los imprescindibles compilados “Carnaval Porteño” de los que provienen varios de los registros de este trabajo) y Leticia Maronese (socióloga, docente e investigadora de la Universidad Nacional de Avellaneda).
Y, por la importancia de lo visual en el arte murguero, los textos fueron ilustrados con potentes fotografías de Enrique Luis Rosito, Salvador Batalla y Martín Vega.
El compilado “De este lado del Plata” resulta así una herramienta de difusión insustituible para los docentes que quieran transmitir a las nuevas generaciones un legado cultural que, se sepa o no, forma parte de nuestra identidad (la fuerte presencia del bombo con platillo en canchas y manifestaciones es solo una de las tantas pruebas). En ese sentido, el trabajo forma parte de un intento por hacer consciente aquello que ya nos habita en forma inconsciente. Una manera de saber quiénes somos. Un intento por fortalecer la libertad de las nuevas generaciones, en el más profundo de los sentidos.
*** Al material lo pueden solicitar gratuitamente docentes de música e instituciones educativas escribiendo a Ediciones UNDAV: josefinaheine@gmail.com