Por Santiago Federico Richetti
Como contrapartida de su disco anterior, Viola mía, en el cual se ocupó de un repertorio criollo más bien clásico, en 11 derivas (2013), Ciocchini se ocupa exclusivamente de un repertorio nuevo, sin perder, a pesar de ello, su estilo íntimo y personal.
Se trata de un repertorio que, sin embargo, no deja de ser continuador de aquella tradición criolla que caracteriza los temas del disco anterior. El disco abre con Milonga viuda, de la autoría de Alfredo Gómez, a la cual le siguen la Canción del prestidigitador – poema de Raúl González Tuñon, en el cual se reflexiona acerca de la muerte y del valor de la vida en el mundo de la bohemia, musicalizado y adaptado a canción por el “Tata” Cedrón-, la zamba de Raúl Carnota El otro camino, Julito y la sordera, de Lucho Guedes, y Milonga en luto, de Juan Lorenzo. El track que sigue, Nana de la mora, se destaca del resto por su origen, pues pertenece a un cantautor español, Paco Ibañez, que lo grabó por vez primera en 1969. Las once derivas se completan con otras cinco excelentes versiones de temas de autores contemporáneos: la milonga Quiero dormir y no puedo, de Lucio Arce; Cantaba tangos, de García y Céspedes; El afilador, canción inédita hasta el momento, de Fernando Lernoud; Entre los caseríos, de Alfredo “Tape” Rubín; y Macumambé, de Juan Carlos Cáseres.
Como en su anterior disco, el formato básico sigue siendo el de guitarra y voz. Pero, a diferencia de aquél, el Choco se vale aquí de formidables invitados que enriquecen la dinámica del presente trabajo: el “Tata” Cedrón, Raúl Carnota, Juan Carlos Cáceres, Patricio Bonfliglio, Gisela Magri y Matías Patinho. Cabe destacar, además, que el presente trabajo está disponible únicamente en formato online (el mismo puede escucharse de forma gratuita en: http://violamia.bandcamp.com/album/11-derivas) y que, por el momento, no se ha planteado la posibilidad de comercializarlo en el soporte CD.
Mediante este logrado producto, Ciocchini hace honor al trabajo de autores y músicos que están actualmente en actividad, actitud ésta que resulta realmente valiosa y osada, pues se aparta de ese modo de pensar momificante que caracteriza a una parte importante de los “portavoces” de nuestra música popular.