Algunos miran, otros hablan (Juan Serén) – Canta: Black Rodriguez Mendez

Volver al futuro

Por Hernán Gallegos

¿Qué vendría a ser, hoy, un disco de tango nuevo?
Ante todo, una expresión de lo que sucede en al menos un momento y lugar. Pero para intentar un recorrido de pensamiento es necesario situarse precisamente en eso, en un espacio y tiempo. Para ello, vayamos un poco más atrás. Diez o quince años son suficientes.

A fines de la década Menemista, hubo entre un puñado de jóvenes, una necesidad de reconstituir el tango, o en su defecto, de acercarse a él de algún modo. Quizá fuese para enmendar una ignorancia –pura curiosidad- , tal vez para poner en evidencia la falta de interés en el aspecto sociocultural (o en todo lo que no tuviese valor de intercambio líquido) por parte de una generación que a punto estuvo de colonizar Miami, o en una de esas, como decía el Ruso Verea, simplemente para dignificar la cosa.

Entonces, se empezó a escuchar, a tocar, a transcribir y re-arreglar viejos tangos. Así, de a poco y como quien sí quiere la cosa, estos músicos devinieron en compositores y poetas que, esfuerzo mediante, dejaron de lado la mera interpretación para ubicarse en el plano de la creación, del aporte significativo y con huella.

Por ese lado viene este disco, lleno de tangos nuevos, que elige como lazo comunicador a la orquesta típica. Es decir, que toma el medio de expresión de los maestros del 40, para cantar las cosas que quieren decirse hoy y que a su vez, son fruto de un experimento propuesto por Julián Peralta en el último Festival de Tango de Buenos Aires. Éste consistía en generar un espacio en donde convergieran la necesidad de decir, con las herramientas para ello, (el arte -en sí mismo- hoy en día tal vez cuente con una relevancia similar a la creación de los espacios para que este último suceda) y cuyo resultado termina siendo delineado por los músicos de la orquesta que cuando suena, y sepan disculpar que me repita, dignifica la cosa.

Nuevos Tangos

Hace casi cuarenta años, Luis Alberto Spinetta se mofaba con osadía y no sin razones del cliché acartonado que se le adjudicaba al tango- esto de que todo tiempo pasado fue mejor-, y que había sido fruto de las nostalgias propias de los hijos de los inmigrantes.

Hoy, en este disco, aparecen doce historias repartidas entre otras tantas voces que dicen mucho, y que hacen del nuevo tango canción algo más interesante que la queja o melancolía que resultaría trillada en esta década o en la del 70.

Por eso, esta propuesta parece ir de la mano con esa idea del flaco, porque Un disparo en la noche resulta como un algo que está más dispuesto a poner en la balanza lo que se está por ganar a lo que podría perderse. Una suerte de optimismo, o cuando menos, un no conformismo, pero ya no con respecto al pasado, sino a hoy día, a un futuro que hace rato está llegando, y que nos da la chance de tener a mano unas canciones para escuchar no sólo desde su belleza estético-musical, sino también desde su importancia histórica.

 

 

 

 

Integrantes de la orquesta:

Voces:
Martín Otaño
Aureliano Marín
“Black” Rodríguez Méndez
Juan Subirá
Juan Villarreal
Julián Bruno
Hernán “Cucuza” Castiello
Victoria Di Raimondo
Miguel Suárez
Alejandro Guyot
Ariel Prat
Omar Mollo

Orquesta:

Violines
Martijn van der Linden
Alejandro Schaikis
Alicia Alonso
Katharina Deissler
Ernesto Gómez

Viola
Félix Peroni

Violonchelo
Luciano Falcón

Bandoneones
Mariano González Calo
Adolfo Trepiana
Ignacio Santos
Nicolás Tognola

Contrabajo
Federico Maiocchi

Piano
Julián Peralta[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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